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Mis dos “Charlie Parker with st ri n gs” U n crónica, una reflexión, una entrevista En el año 1950, Charlie Parker cumplió su antiguo deseo de grabar un disco interpretando material standard con acompa ña miento de cuerdas y una sección rítmica “convencional”. El éx i to de la grabación, tenida por algunos como una “claudicación” por parte del saxofonista, llevó a una segunda sesión grabada ese mismo año y editada con el mismo t í tulo: “Charlie Parker with strings” . Ambas sesiones fueron re editadas conjuntamente, en formato de vinilo y CD, junto con el consiguiente material adicional, por el sello Verve. E l saxofonista utilizó los arreglos originales de aquellas sesiones en sus subsigui entes presentaciones en vivo con grupo de cuerda ( en “ Bird with strings”. Live at the Apollo, Carnegie Hall &Birdland”). “ Charlie Parker with strings” fue el mayor éxito comercial en la carrera del saxofonista, al punto de instaura r una moda que alcanzó a músicos de toda especie
EL SAXOFONISTA TRAS LA PUERTA David Sanborn: "Tengo mucha suerte por poder ganarma la vida haciendo lo que me gusta" El entrevistador ha sido convocado a la suite 501 del Hot el de la Trémoille, bautizada con el nombre del pionero del jazz Louis Armstrong. En su visita a París, David William Sanborn (Tampa, 1945) está alojado en la misma habitación que ocupó el trompetista en su histórica visita a la ciudad, en 1961. El saxofonista conocido por su dedicación al “smooth jazz” está aquí para hablar de su último disco, “Here & gone” (editado por Universal) en el que cambia de registro para rendir tributo a los grandes saxofonistas en la historia del Rhythm & Blues. En el recuento figuran los nombres de los hoy olvidados Hank Crawford, Earle Warren, Marshall Royal, Buster Smith, Eddie Vinson… “hoy nadie les recuerda excepto Vd y yo, quizá algunos más”, reconoce Sanborn, “pero fíjese la música que eran capaces de hacer. Simplemente, ¡no hay nada mejor que eso!”. En su
MIS 3 “CARLA BLEY” Carla y Steve, la historia de un amor como no hay otro igual. Foto: Tim Dickenson C ARLA 1 La conocí una tarde lluviosa del mes de abril de 1975, el Pabellón Deportivo del Real Madrid a medio llenar, o a medio vaciar, para recibir a la banda del contrabajista Jack Bruce. Eran otros tiempos, el personal iba a donde fuera sin saber qué esperar, por curiosidad, más que nada, y Jack Bruce, hay que decirlo, no nos lo puso fácil. La banda era un puro disparate, el resultado de juntar un tercio de Cream (el propio Bruce) con el 0,6 % de los Rolling Stones (Mick Taylor), una pianista de jazz (Carla Bley) y los que no cupieron en los carteles, pero estuvieron allí dando el callo (Bruce Gary & Ronnie Leahy). Y Carla yendo a lo suyo, sonriente y distante, rubísima y transparente, jugando a ser quién no era, siendo una más en una banda que era, ya lo he dicho, un disparate. Durante un tiempo me pregunté si acaso fui el único en todo el pabellón que sabía quien era, quitan