ESCÁNDALO: CYNDI LAUPER SE PRESENTA EN RIO CON UNA BANDA DE MÚSICOS DE CARNE Y HUESO

Rock in Rio es una cosa terrible a la que la gente acude para morir por deshidratación o asfixia En el Rock in Rio, es otra de sus características, el rock brilla por su ausencia tanto como los músicos de carne y hueso. Los artistas lo repiten una y outra vez: “si Madonna en Copabana pudo, ¿por qué yo no?”

Lo bueno de R.I.R. es que uno puede asistir al show de Cindy Lauper cómodamente instalado em su poltrona de preferencia sin necesidad de viajar a lugar alguno. Y, por el mismo precio, asiste a la actuación de Tyla, el nuevo prodigio sudafricano del “amapaiano”, subgénero musical que fusiona el house com el jazz (!!!!) y el log drums (????). Tyla lo tiene todo: no canta, no baila y apenas es capaz de articular 2 palabras seguidas. Otra cosa que no tiene: músicos. Le bastan los 4 bailarines y el tigre de cartón piedra tamaño king size. Su misión consiste en no abrir la boca. Tyla la abre poco y a destiempo, lo que da para pensar, ¿pero quién podría sospechar de un quesito semejante?

Y en esas estábamos, cuando emergió de entre las tinieblas la recién septuagenaria Cyndi Lauper y, con ella, un conjunto mixto de intérpretes de carne y hueso, tantas chicos como chicas, dotados con las herramientas que son propias a su oficio y 2 mamparas translúcidas circundando al baterista y a la percusionista, respectivamente. Me imagino a los sufridos integrantes de la audiencia preguntándose qué clase de alienígenas eran aquellos y cual es su función dentro del espectáculo. “Eso que ves ahí se llama guitarra eléctrica”, le dijo el veterano “fan” de la cantora a su hija de pocos años. “Pues vale, pues me alegro”, le contestó ella.

Uno siempre tiene motivos para escuchar a Cyndi Lauper, sea para recordar su actuación en el Festival de Jazz de San Sebastián en tarde/noche lluviosa, sea para volver sobre los muchos “Time after time” que le hemos escuchado a Miles en vida. Con ello, que tener a C.L. sobre un escenario es como tener a George Gershwin o a Cole Porter tocando sus piezas en vivo y en directo; un regreso a los orígenes, lo que empezó en Gershwin o en Rodgers & Hart termina en Ella Fitzgerald o en Cecile McLorin Salvant. Com una diferencia. La interpretación de “Time after time” a cargo de su autora apenas difiere de la del trompetista (mismo tempo, parecido arreglo), salvo por la ausencia del susodicho. El dato es significativo teniendo en cuenta la tendencia del trompetista a “deconstruir” cuanto de interés caía en sus manos. No fue así com “Time after time” por algún motivo.

Cuando se editó, C.L. declaró sentirse honrada: "the way he played (refiriéndose a Miles) it was pure magic". Me pregunto si es posible escuchar a Cyndi Lauper cantando “Time after time” sin recordar a Miles Davis. Me pregunto si alguien entre los cien mil y pico asistentes a la presentación podría decir el nombre del trompetista.

Cyndi Lauper es, básicamente, una cantante de himnos. Canciones de amor, fuera de “Time after time”, pocas. “Time after time” es una tema de amor en clave melancólica, la relación pendiendo de un hilo y en esa onda. Los ciento y pico mil asistentes acompañaron la interpretación golpe a golpe, verso a verso; queda claro que los brasileños son los mejores conocedores del repertorio de Cyndi Lauper en el mundo. Para ellos, como para la presentadora de TV Globo, la cantora es “Cyndinha”, y ya se sabe lo que pasa donde hay confianza.

Cindy Lauper es lírica y pre-punki, primaria y recóndita, si se la sabe escuchar. En su concierto de RIR hubo un solo de contrabajo lo que, teniendo en cuenta las circunstancias, podría ser considerado una provocación. Cuenta la reportera dicharachera de Globo que la cantora está próxima a jubilarse, y si lo dice la reportera de Globo habrá que creérla.

Puestos a ello, me quedo con la imágen de “Cyndinha” sudando rímel mientras era sobrevolada por los valerosos usuarios de las tirolinas (los parques temáticos es lo que tienen). R.I.R. no tiene rock pero tiene una favela de mentirijillas para que las criaturas, y los que no tanto, puedan jugar a pobres.

CGM (texto y fotos)