EL SAXOFONISTA TRAS LA PUERTA




David Sanborn: "Tengo mucha suerte por poder ganarma la vida haciendo lo que me gusta"

El entrevistador ha sido convocado a la suite 501 del Hotel de la Trémoille, bautizada con el nombre del pionero del jazz Louis Armstrong. En su visita a París, David William Sanborn (Tampa, 1945) está alojado en la misma habitación que ocupó el trompetista en su histórica visita a la ciudad, en 1961. El saxofonista conocido por su dedicación al “smooth jazz” está aquí para hablar de su último disco, “Here & gone” (editado por Universal) en el que cambia de registro para rendir tributo a los grandes saxofonistas en la historia del Rhythm & Blues. En el recuento figuran los nombres de los hoy olvidados Hank Crawford, Earle Warren, Marshall Royal, Buster Smith, Eddie Vinson… “hoy nadie les recuerda excepto Vd y yo, quizá algunos más”, reconoce Sanborn, “pero fíjese la música que eran capaces de hacer. Simplemente, ¡no hay nada mejor que eso!”.

En su encuentro con el entrevistador, Sanborn reconocer estar “muy cansado”. Lleva varios días actuando junto con su mini “big band” en Duc des Lombards, el nuevo “must” de la noche jazzística parisina. Un auténtico trallazo: incluso su versión de “Smile”, la almibarada melodía que Charles Chaplin incluyó en su film “Tiempos Modernos”, suena con la potencia de una explosión termonuclear: “a veces, cuando estoy cansado, en lugar de relajarme, toco más duro, no sé por qué”.

En “Here & gone”, pueden escucharse sonidos que uno nunca sospechó que pudieran salir del saxofón de Sanborn… “yo defino el disco como un re-examen de mis raíces en las que se mezclan el jazz, el Gospel y el Rhythm & blues, lo que equivale a decir Ray Charles. Él y Hank Crawford forman parte de una misma cultura que también es la mía. Mi primera experiencia como músico fue tocando blues con Albert King. La base de toda la música que escucho es el blues y todo lo que he tocado después tiene que ver con el blues. Mi primer trabajo profesional fue con la Paul Butterfield Blues Band, y luego vinieron Stevie Wonder, David Bowie, James Taylor, Linda Ronstadt… pero al mismo tiempo estaba en la “big band” de Gil Evans. He estado haciendo muchas cosas muy diferentes pero siempre he tocado del mismo modo y supongo que por eso es por lo que me contratan, para que sea yo mismo. De hecho nunca he trabajado como músico de sesión, mucha gente cree que sí, pero no es cierto. No doblo con ningún otro instrumento, no leo demasiado bien… he tenido mucha suerte habiendo podido ganarme la vida con lo que hago. Mire donde estoy ahora. Estoy en París, hablando con Vd, tocando la música que más me gusta, ¿qué puede haber mejor que eso?.

Pregunta. No se me ocurren muchas cosas, aunque quizá su público pueda sentirse un poco desconcertado con este paso que ha dado.

Res
puesta. Sí, me doy cuenta de ello, Sin embargo no es algo que me sea extraño o que acabe de descubrir, de hecho es el tipo de música que más toco habitualmente. Si por fin me he decidido a grabar un disco con esta música es porque hace unos años compré un ipod y empecé a transferir mis viejos discos, lo que me permitió redescubrir a Hank Crawford y me di cuenta lo importante que ha sido este señor para mí música. Y pensé, quizá he llegado al punto en mi vida en que puedo volver la vista atrás. Pero no fue nada consciente, no es que pensara “ahora voy a hacer esto y luego esto otro”. Fue algo natural. De repente estaba escuchando esta música todo el día y juntándome con amigos para tocarla…

P. una de las cosas que no cambian en Vd. es su fidelidad a su productor Phil Ramone.

R. eso es porque Phil es un gran productor pero también un gran ingeniero de grabación. Es alguien que viene de los tiempos heroicos. Phil es contemporáneo de Tod Dowd, los dos empezaron la era de las grabaciones multipistas, además, sabe cómo grabar un instrumento, lo que suena un tanto obvio, pero no lo es. Hoy, los ingenieros no saben donde poner el micro ni cómo obtener un sonido decente. Por eso tipos como él o como Rudy Van Gelder son clásicos: no puedes hacer que un disco suene mejor con toda la tecnología del m
undo. Y Phil es parte de esa tradición.

P. Podría entenderse que está Vd. un poco chapado a la antigua, con perdón.

R. Sí, en el sentido de querer mantener el espíritu de la interpretación “en vivo y en directo”, pero no en el de renunciar a usar lo mejor de la moderna tecnología si puede mejorar el resultado. Demasiadas veces los músicos de jazz deben enfrentarse a limitaciones presupuestarias y a ingenieros que utilizan el micro equivocado y mezclan mal… eso es lo mejor de la música pop, las producciones son tan estupendas, a menudo son mejores que la música. Si se pudiera aplicar ese estándar al jazz y mantener el espíritu de la música sería la bomba.

P. Pasemos al capítulo de los invitados. La lista incluye los nombres del trompetista Wallace Roney, el cantante Sam Moore y el guitarrista Eric Clapton. Dígame cómo se siente uno tocando con “Dios”.

R. La verdad es que resulta imponente, porque Eric es uno de esos tipos que son muy serios con todo lo que tiene que ver con su profesión y un verdadero cachondo fuera de las luces. Lo que me asombra de él es que, llegando a donde ha llegado, sigue considerándose un estudiante de la música, le ves constantemente hablando de un intérprete al que acaba de descubrir y que “toca mucho mejor que él”…. Algo increíble.

P. Joss Stone está que sale en “I believe to my soul”…

R. Es una chica muy joven pero tiene el alma de una veterana. Uno no puede creer que ese sonido y ese alma puedan venir de una persona tan joven. Yo la veía en el estudio y me preguntaba, ¿de donde viene esa voz?. Es el tipo de experiencias que te llevan a apreciar en su justa medida la intervención divina. Esta chica está tocada por el espíritu, simplemente lo tiene, lo lleva dentro. Fíjese lo que ha hecho con “I believe…”, una canción de Ray Charles compuesta desde el punto de vista del hombre, ella le da la vuelta y la convierte en una canción “de” y “para” mujeres. Basta comparar el original con su versión.

P. Lo más asombroso: Vd. grabó “Here & gone” mientras estaba recuperándose de una neumonía.

R. Estaba en el norte de Europa el año pasado por estas fechas y no sé si recuerda que fue un verano muy frío, el caso es que pillé una neumonía y no me di cuenta hasta que estaba tocando en el Ronnie Scott´s de Londres y empecé a sentirme mal. De vuelta en Nueva York tuve que suspender la primera parte de la gira que iba a realizar por los Estados Unidos, algo que nunca me había sucedido en toda mi vida. Así que cuando me metí en el estudio me sentía un poco depre. Pero toqué y, créame, lo hice lo mejor que pude.


(
Versión extendida del artículo publicado en El País 19/09/2008)



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