MIS 3 “CARLA BLEY”


Carla y Steve, la historia de un amor como no hay otro igual.
Foto: Tim Dickenson


CARLA 1

La conocí una tarde lluviosa del mes de abril de 1975, el Pabellón Deportivo del Real Madrid a medio llenar, o a medio vaciar, para recibir a la banda del contrabajista Jack Bruce. Eran otros tiempos, el personal iba a donde fuera sin saber qué esperar, por curiosidad, más que nada, y Jack Bruce, hay que decirlo, no nos lo puso fácil. La banda era un puro disparate, el resultado de juntar un tercio de Cream (el propio Bruce) con el 0,6 % de los Rolling Stones (Mick Taylor), una pianista de jazz (Carla Bley) y los que no cupieron en los carteles, pero estuvieron allí dando el callo (Bruce Gary & Ronnie Leahy). Y Carla yendo a lo suyo, sonriente y distante, rubísima y transparente, jugando a ser quién no era, siendo una más en una banda que era, ya lo he dicho, un disparate. Durante un tiempo me pregunté si acaso fui el único en todo el pabellón que sabía quien era, quitando los artistas participantes en el acto. Un decir: en realidad, estaba seguro.


CARLA 2

Ironías del destino, el primer Festival de Jazz de Ibiza tuvo lugar en Palma de Mallorca (estoy hablando de la Muestra de Jazz para Jóvenes Interpretes que, como digo, comenzó celebrándose en Mallorca). Carla Bley y Steve Swallow, su bajista/pareja sentimental, estaban allí, alojados en un rústico bungalow situado en una área forestal a una cierta distancia de la city. Y allí que nos llevaron los organizadores para un encuentro con los artistas. No recuerdo nada de lo que se habló, si es que se habló algo (eran otros tiempos, ya digo). Me queda, sí, la imagen de los chicos de la prensa retozando por entre las margaritas, los tortolitos posando para los fotógrafos de manos dadas a las puertas de su nido de amor, su mirar entre ensimismado y acusador… Lo otro que recuerdo: la pianista ofreciéndome “a cup of tea”, “no, gracias, pero si tuviera una cervecita no le diría que no”. Pocas veces me he sentido más intruso.


CARLA 3

El 11 de noviembre de 1988 tuvieron lugar 2 acontecimientos memorables: Carla Bley vino a Madrid para tocar junto con su “big band” en el Teatro Alcalá, y mi hija Cristina vino al mundo en la planta cuarta del Hospital Universitario Jiménez Díaz de la misma ciudad. Ante la imposibilidad de estar en 2 lugares al mismo tiempo, sugerí a la futura madre la posibilidad de posponer el parto, apenas, unas horas; lo suficiente para ir, asistir al concierto y volver. Por las razones que fueran, la propuesta no fue recibida con un entusiasmo desbordante. Resultado: por primera y última vez en mi vida, me perdí un concierto de Carla Bley. Los sacrificios que uno no hace por sus hijos.

En recuerdo de Carla Bley.


Carla Bley posa para los fotógrafos en los camerinos del Pabellón Deportivo del Real Madrid.


Carla Bley (p) y Steve Swallow (b) durante el ensayo previo a su concierto en Palma de Mallorca


Mi hija Cristina baila un chotis con Randy Weston


Portada de la edición pirata del concierto de la Jack Bruce Band en Marsella, 29 de abril de 1975


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