Decíamos ayer


Madrid, abril y mayo de 2022

Notas para un reencuentro


Parte 1



A mí me gusta mucho el free

Andrea Motis. Diario El Mundo, 29 abril 2022


737 días y 13 horas más tarde, estoy de vuelta en la ciudad que me vio nacer, crecer y multiplicarme, Madrid, cabeza de las Españas que fueron y son, mujer, amante, bandida, lo que el/la Covid separó, etc.

Algunas cosas que me llaman la atención: el frío áspero, inconmovible; el mujerío de camiseta y leggings batiendo el saco tras de los cristales de los gimnasios de moda; el personal por la calle en patinete… caballero, la mascarilla”, “!uy, perdón!”. Me lo apunto: “en el Metro, con mascarilla”.


McGill

McGill, a las puertas del Café Central: “¿qué coño haces tú aquí?”, “Pues anda que tú”…

Muchas cosas han cambiado en este viejo almacén de paños convertido en club de jazz (de cuando en Madrid había jazz, y había clubes, y clubes que programaban única y exclusivamente jazz). Lo primero, la programación; lo segundo, todo lo demás.

La música de GMG se define en sí misma, lo que está bien porque le evita a uno el trabajo. Para Pere Pons, McGill es el baterista más infalible de cuantas tierras haya pisado, de Montevideo a Barcelona pasando por Madrid, Sevilla y Pamplona”. Sus gurús: Teresa de Ávila, Hildegarda de Bingen, Charlie Haden.

McGill tiene la virtud de abrir espacios donde otros los cierran, será porque piensa las cosas antes de hacerlas. La suya es una visión de romántico, es por ello que sus canciones necesarias” llamadas a “abrir las puertas del alma” se desenvuelven en el tiempo de un modo así como sutil, dulce, delicadamente. En su música, la sensación de que todo está bajo control, seguramente porque todo está bajo control.

El menú: taco de rabo de toro con cebolla encurtida y chutney de mango; sobrasada de Mahón con brie gratinado; dado de bacalao confitado con alioli gratin; (unidad de) ravioli de calabacín relleno de queso crema trufado y crujiente de cebolla. Dos pases, a las 20:00 h. y a las 22:00 h.


Jazz español, un paso al frente: datos a tener en cuenta.

- Los datos hechos público por la Plataforma Jazz España, que agrupa a profesionales del género, confirman mis sospechas: “el jazz español está en el mapa europeo". Y yo que me alegro.

- En Caravan, “tu blog de jazz en español”, Liba Villavecchia declara andar a la búsqueda el “grito primigenio del jazz”. Hagamos votos.

- Pepe Rivero celebra el Día Internacional del Jazz en el “maravilloso VII Festival Jazz Sigüenza”. Hubo un tiempo en que el nombre de la histórica localidad alcarreña mereció honores de portada en las principales rotativas del universo mundo.

- “Solo habiendo conocido aquellos tiempos sabemos lo que no tenemos ahora” (Sir Charles)

- “C. Tangana para rey” (de un grafiti junto al Palacio de los Deportes – WiZink Center),


López

Por si alguien no lo sabe, Javier López de Guereña es un señor muy importante en la historia de la música y de los chipirones en su tinta en este país. De ahí que, cuando López le invita a uno a compartir un vermú en La casa de las Torrijas - desde 1842, en la calle de la Paz - uno no puede decir que no. Y si a ello se añade la presencia “fuera de menú” del enormísimo Javier Ruibal, que ya que pasaba por allí, pues eso.


Pepunto en el centésimo aniversario del nacimiento de Charles Mingus

Vuelvo al Cuartel de Conde Duque de mis lejanas mocedades, hoy Centro de Cultura Contemporánea Condeduque Todojunto. Moisés Pepunto Sánchez  e Ignacio Prego presentan A night with John Dee”, un viaje sonoro por las alcobas de palacio” a base de magia, brujería, superstición y comidas exóticas llegadas del Nuevo Mundo” (1).

A Moisés P. no le veía desde nuestro último encuentro en el hall del Palace, lo que, me parece, el lugar adecuado para recibir a Moisés, o al embajador de Suazilandia en viaje de placer (todos los viajes del embajador de Suazilandia lo son). Pepunto es un arrojado, aunque solo fuera por el hecho de vivir en Madrid cuando podría estar en cualquier otra ciudad del hemisferio Norte donde sus dotes como intérprete y compositor iban a ser mejor apreciadas que son, básicamente, todas. Se salió con Benny Golson, cuando Clamores (era otro “Clamores”), y la montó con una Consagración de la primavera” en technicolor y pantalla panorámica colosal/apabullante.

Desde el punto de vista artístico - estético, Pepunto es un culo de mal asiento que es decir, un creador ecléctico y polifacético. Me cuenta Montse Merino de JazzYmás (volveré sobre ella) que últimamente anda enloquecido detrás de la discografía completa de King Crimson: un típico caso de fascinación setentera que sufren los que no vivieron los setenta. Hijo de su época, Moisés sobrevive a base de trazar puentes, tirar de contexto, juntar lo de aquí y lo de allí y salga el sol por Antequera. Su máxima: “música es música”: Dios los cría y Robert Fripp/Vujadin Boskov los junta (2).

Con esto, que es Pepunto, piano y laptopes, por un lado, e Ignacio Prego, clavecín y piano, por el otro, y lo que empieza en las penumbras de las alcobas isabelinas termina en el espacio fluctuante/fluido/debussyano del chill-out. Las piezas encajan venciendo la natural resistencia a mezclarse entre sí; el diálogo entrambos, Pepunto e Ignacio, fluye más en una dirección que en la contraria. Cristina Mora (un concierto de Moisés sin Cristina es como un jardín sin flores) canta “Come again”, de John Dowland. En algún momento suenan, o son citadas, “Alfonsina y el mar”, “Lucy in the sky with diamonds” y “My foolish heart” (hablo de memoria, puedo estar equivocado). Haciendo balance, “A night with John Dee” deja un sabor agradable en paladar si bien no llega a zaherir el alma del oyente del modo que lo hizo el propio Moisés en su “Consagración” de indeleble recuerdo. Quién sabe si en la próxima.

A sus 42 tacos, Moisés “aspira a morir haciendo lo que hago como el mayor éxito de mi vida” (El Mundo).


Madrid: a cup of café con leche

El represo de Space of sound, empezó como un after, vuelve en formato de “tardeo” con la última tecnología “ticketera” en el MEEU que incluye gimnasio Yoofit, el restaurante Zielou y el Rolling Dancer & Burger, todo dentro de la tecnología ECO-NFT bajo los principios de liberación inclusiva (información disponible en el correspondiente marketplace).

(Extraído de cierta publicación músico-fashionista gratuita para millenials cuyo nombre siento no recordar.)


Simeone

Nada más propio que la virgen de los gitanos, formalmente María Santísima de las Angustias, abriéndose paso por entre la multitud bajo la advocación del Tio Pepe, “el sol de Andalucía embotellada”. Detecto un clima de euforia en el personal, en esta vuelta a la normalidad procesional (los 2 millones de turistas italianos que abarrotan la puerta del Sol no se enteran de qué va la vaina, pero esto también forma parte de la nueva normalidad). 

Me escurro por entre la multitud en dirección a Tirso de Molina, antiguo emporio de la tradición y las buenas costumbres, hoy tomada por las hordas modernizadoras doblemente armadas, el rayo gourmetizador, por un lado, la jerigonza irritante, por el otro, los mejores zarajos de la ciudad siendo sustituidos por una deconstrucción de verduras esterificadas en un abrazo de tomate con emulsión de ajo y cítricos de nuestra tierra. Suerte que, allá, al fondo, como reguardándose de las miradas esquivas de la modernidad, Montaloya (“servicio impecable, ambiente refrigerado”) resiste. Olor a fritanga (imprescindible), meseros orgullosos de su noble oficio, el aparato de televisión transmitiendo el Partido del Siglo de la semana. El Atlético quiere pero no puede frente a un Manchester City marchito: vencerán, pero no convencerán. La peña atlética montaloyana tiene la clave: “!pásala, coño!”, pero Suárez se empeña en driblar por el lado contrario y, claro, así no hay manera. Lo impensable se produce: estamos fuera. Una vez más.

Situado en localidad preferente a pie de césped, o de pantalla televisiva, Juanito, guineano, atlético y poeta a partes iguales, acompaña la imagen de la desolación - Simeone convertido en una réplica de la virgen María Santísima de las Angustias – con una versión libre del refranero: llora como mujer, caminante no hay camino”.


Madrid, Babilonia

- La presidenta saca pecho: Madrid es el mayor destino cultural del mundo.

- La susodicha con la medalla de la cosa que le acaba de entregar Mario Vargas Llosa: "Madrid es el faro que ilumina a toda España".

- Los Heraldos del Evangelio (D. O. brasileña) levantan un nuevo Escorial en la sierra: “quien a hierro mata, San Pedro se la bendiga” (Juanito).


David, Montse, y otros chicos del montón

Una multitud estimada en torno a medio millón de personas recorre alborozada la Castellana cerrada al tráfico. Me toca observar

 la escena desde la atalaya privilegiada del atasco subsiguiente: sin duda están camino de JazzYmás, en el Día Internacional del Jazz. Y en esas, hasta que una simpática anciana blanca y radiante en silla de ruedas me saca de mi  error: “Vd. debe ser el único que no se ha enterado de que el Madrid ha ganado la Liga… estamos yendo a Cibeles, a celebrarlo”. Pensándolo bien, meter a medio millón de seres humanos en JazzYmás, nuestra querida ínsula jazzística en la capital, acaso no fuera la mejor idea. Y, vale, no llegamos al medio millón, pero éramos los suficientes para que la doble celebración (por el Día del Jazz y la inauguración de la espléndida exposición de David Vaamonde) tuviera 
algo de reunión clandestina, de contubernio, frente
 al tufo a muerto que exhalaron las celebraciones oficiales, escasas y carentes de ningún interés; como un volver a empezar o un regreso a las catacumbas de donde nunca deberíamos haber salido. Lo confirma y lo rubrica la propia Montse en su cuenta de Facebook: “todos, los presentes en la foto, y los ausentes en ella, sois el verdadero reflejo de lo que representa este día”. Lo dicho.


Bob

Participo en la grabación de un documental en torno a Bob Sands (fallecido el 29 de junio de 2021 a consecuencia de un cáncer).

Lo tengo escrito: “Bob era un granítico fuera de tiempo -“un reaccionario” le decía en broma, cosa que no le hacía maldita la gracia-, tan neoyorquino como madrileño, lo primero por nacimiento, lo segundo por elección. Un saxofonista de raza y un tipo amigable, con reservas”. Se me olvidó añadir que Bob era un seductor, a su manera; un caballero con espada, o con saxo tenor; que era jazz las 24 horas del día, los 365 días del año; que fue, también profesor, de la mejor especie, aunque de vez en cuando se le escapara algún cosqui. “Uno tiene vivido muchas cosas escuchando a Bob, disfrutando con su jazz anacrónico y sentimental, escuchándole tocar los mismos “oldies but goldies” en el Café Central y en Bogui con esas, sus maneras de hombre de oficio, de artesano”.

Y ahí me tienen, un aire entre indiferente y altivo, la cerveza fría y el corazón caliente, mientras Lucas, nuestro esforzado cameraman, lucha a muerte con el brazo flácido de su filmadora made in Japan. John Ford nunca utilizó uno de esos y le salió “La diligencia”, le digo, lo que no parece consolarle.

Me gustó hablar sobre Bob, las cosas que sé de él y las que no, pero intuyo; del misterio que le envolvía, o así me parecía y me sigue pareciendo. Me gustó recordarle, que es una forma de traerle de regreso a la vida.


Traberg

Plaza del Dos de mayo, 23:00 h; la multitud dificulta el paso a quienes buscan desesperadamente una última oportunidad para saciar la gazuza nocturna. Estamos en el país de Ebbe Traberg, barrio de Maravillas/Malasaña, que fue palco de tertulianos ilustres y de ilustres jazzistas que tenían en Ebbe a su consejero espiritual. Y nosotros, pobres aprendizes, nos subíamos al 2 Caballos de Traberg camino de Alcalá de Henares, para escuchar a Sal Nistico y a Cedar Walton, o a Segovia, para escuchar a Mel Lewis, solo que Mel Lewis no fue. Una equivocación/un lapsus: el batería estaba tocando ese mismo día en alguna localidad del centro de Europa llamada Seraing, Sibiu, o cosa parecida. Y de esas, unas cuantas. 


Una historia del periodismo musical en España


Acudir al menú principal para acceder a la parte 2 



Fotos

1 Batucada espontánea en pleno Malasaña: me siento en casa.

2 A las puertas del Café Central (de izqda. a dcha.): Julián Sánchez (tp), Chiqui Cienfuegos (p), Guillermo McGill (bt), Joan Masana (b) y Álvaro Vieito (g).

David Vaamonde, "Jazz en paz".

Celebrando el Día Internacional del Jazz con Montse Merino, Alexis Andral, David Vaamonde, Itziar Yagüe, Fernando Roqueta… foto: Paco Manzano.

5 Bar Intruso. Servidor entre Lucas Baró (camiseta negra) y Juanma Cantos (productor). Autor de la foto desconocido.

6 Adolfo Montejo, José Manuel Gómez "Gufi" y servidor reflexionando sobre la actual coyuntura de la crítica musical en España. Foto: Raquel Lozano. 


Notas

(1) John Dee ejerció como matemático y astrólogo al servicio de la reina Isabel I de Inglaterra (1533-1603).

(2) Líder de King Crimson / entrenador servio de fútbol, famoso por su sentencia “fútbol es fútbol”.




Comentarios

Entradas populares de este blog